Niki caminaba, a decir verdad, sin rumbo fijo. Con su cabecita loca dándole vueltas sin saber por qué, ni tampoco de qué. Continuamente se paraba a pensar como tantas cosas pasaban por su mente. “Da igual, Niki. No es nada” Despreocupándose de todo, incluso de su niño grande, de su hombre, de la persona que le hacía sonreír cada mañana, de la persona con la que se despertaba a su lado los días de verano, de su compañero de pupitre en los fríos días de instituto, de la persona con la que caminaba de la mano aquellas tardes de verano a comprarse un helado, recuerda como siempre acababa manchándose la nariz de nata, de la persona con la que lleva años compartiendo todo. En definitiva, del amor de su vida. Se puso su reproductor y se colocó los cascos en sus pequeños oídos. Caminó por el parque, por su parque. Por el parque en el que pasaban todas las tardes de otoño y de primavera. En el banco más alejado, donde se podían ver a los niños corretear felices y despreocupados. A decir verdad, Niki y su niño grande eran todo el uno para el otro.
Alguien le tapó los ojos. Niki esbozó una enorme sonrisa.
- ¡Mi niño grande!
- Hola Niki. -le besó profundamente -¿Qué hacías aquí sola? Aquí sueles venir cuando estás agobiada, ¿por qué estás agobiada?
-¿Y a ti? Tú siempre vienes cuando estás triste, ¿por qué estás triste?
Los dos soltaron una carcajada. ¿Por qué preguntaban eso? Si la respuesta estaba clara. Han ido a ese parque para verse el uno al otro, porque no pueden estar más de un día sin verse.
-Nada, te echaba de menos –susurró su niñito grande.
Y entonces se sentaron en aquel banco. Se abrazaron. Se rieron. Se besaron como siempre y a la vez como nunca. Se quisieron. Se hicieron suyos. Disfrutaron de una vida juntos, de enamorados. De una vida difícil de conseguir para muchos. Y así se pasaron toda la tarde. Riéndose de todo y de nada. Siendo felices. Siendo cualquier cosa con el término amor. Siendo, en definitiva, dos enamorados.
-Si mis padres se enteran de que estás en mi cama te matan... Yo te juro que no lo contaré, ¿y tú?
-Por la cuenta que me trae....
-Tienes que decir lo juro, si no no vale.
- Lo juro, lo juro, lo juro....