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20 enero, 2011

[1] La princesa de la boca de fresa.

La pequeña Lucía adoraba a su padre. La verdad es que los dos llevaban una vida algo triste, pero a veces sólo bastaba con tenerse el uno al otro. Ainhoa, su madre, era la mujer más fría y desagradable que podía existir. Se pasaba horas y horas maldiciendo a su marido por haber creado una hija como Lucía. Ella escuchaba todo detrás de la puerta cada vez que discutían y, cuando su padre salía y la veía, le miraba con dulzura y decía:
- No te preocupes mi princesa de la boca de fresa. Mamá te quiere, pero es que últimamente lleva unos días muy malos en el trabajo. 
De eso nada. La madre se pasaba horas tirada en el sofá bebiendo y fumando. Malgastaba su tiempo gritando a la tele cuando había esos programas de tertulias en que lo único que hacen es insultarse los unos a los otros.  En cambio, él se despertaba cada mañana y, con una sonrisa sacada nadie sabe de donde, llevaba a su pequeña princesa al colegio. Después se iba a trabajar sirviendo tortitas en una de las mejores cafeterías de Madrid y a las cinco de la tarde volvía a recoger a su hija al colegio. Un día, mientras caminaban por el parque, Lucía le preguntó:
- Papá... ¿es verdad que mamá no quiso tenerme cuando se quedó embarazada de ti? ¿Y que no pudo abortar porque no teníais el dinero suficiente para pagarlo?
- Cariño... ¿de dónde has sacado eso?
- Lo dice todo el mundo... también dicen que está amargada y que lo único que hace es beberse todas las botellas que encuentra por casa. Papá...
- Dime, mi vida.
- ¿Mamá nos quiere? 
- Por su puesto que lo hace. No tanto como yo te quiero a ti, porque ya sabes que eso es algo imposible, pero sí lo hace...
- Es mentira. Yo oigo cuando dice que está harta de nosotros y que no somos más que dos tontos. Mamá no nos quiere... ni a ti, ni a mi. 
El padre, con las lágrimas cayéndole de los ojos e intentando ocultarlas, le dijo:
- Mi vida... pero sabes que yo te quiero muchísimo y eso es lo único importante, que estemos tú y yo juntos. 
- Papá... quiero que me lleves lejos, muy lejos. Quiero irme a... ¡ya sé! a Francia. Quiero vivir contigo en una casita donde podamos ver la Torre Eiffel desde la ventana y quiero deshacerme de mamá y de sus gritos. Quiero que te enamores de una francesa muy sexy, como esas de las películas y quiero que me lleves a Disneyland. Prométeme que lo harás...
- Lucía... no podemos dejar a mamá sola. Ella nos necesita. 
- No, no lo hace. Ella está deseando perdernos de vista. Por favor papa, por favor...
Él no dijo nada, sólo se dedicó a pensar en lo bonito que sería tener una vida sin Ainhoa... De volverse a enamorar pero esta vez de alguien de verdad. Y de ver a su princesa de la boca de fresa sonreír y ser feliz[...]

Lo primero pediros perdón a todos los que me leéis porque he estado mucho, demasiado tiempo sin actualizar. He estado un tiempo sin ordenador, vaga, sin tiempo y además baja de inspiración. Voy a intentar dedicarme a contestar a todos vuestros comentarios y bueno, para compensaros aquí os dejo esta foto de hace bastante y que me gusta mucho y este texto que es algo trágico pero a la vez muy tierno. Espero que os guste :)
Por cierto, deciros que hoy he diseccionado un corazón y unos pulmones de un cordero jaja. La verdad es que pensaba que me iba a dar asco pero no ha sido para tanto. Me lo he pasado bien, y todo jaja.
xoxo

19 comentarios:

Wesley Romero dijo...

Buena entrada, me gustó mucho.

Espero por la segunda parte.

Saludos diseccinadora XD

Anónimo dijo...

Qué tierno! En las historias siempre es el padre el malo, el que se emborracha, pero esta da totalmente una imagen diferente...me encanta el detalle de trabajar sirviendo tortitas :)
Un beso

Anónimo dijo...

aay casi se me aguan los ojos pobrecita! pero lindo texto un beso nena:D

Anastasia dijo...

Me encanto el texto, muy emotivo, porbre princesa d ela boca de fresa :)

PD.La foto tambien me gusto mucho Un beso y te sigo ♥

Noelia Fernández dijo...

Te sigo bonita!!! :)

Razones que huyeron dijo...

Me ha encantado la entrada porque le has dado totalmente el giro a la situación, la figura "malvada" siempre suele ser el padre.
(:

La pépite modeuse dijo...

love your article :)

La sonrisa de Hiperion dijo...

Paso de nuevo por tu casa, y de nuevo me voy encantado. Ten una buena entrada de semana, y buen domingo.

Saludos y un abrazo.

Nusk dijo...

Te quiero :)
Somos unas locas eh? jajaja

Anónimo dijo...

Me ha encantado!! (quiero continuación... xD en serio)
pobre el cordero...

un beso! :D

Anónimo dijo...

jajaja te salio "instinto manaternal?" jeje:3
me gusto eeh ! espero que hagas una segunda parte :)
que perversa jajaj (por lo del cerdo digo xd)

RaQueeL dijo...

Qué bonitaaa! :)
Espero leer la siguiente parte! <33

Elena Garcia dijo...

Me gusta muchissimo tu blog! fotos, textos y de todo precioso y genial!
TE SIGO!
1 beso!*

Anastasia dijo...

sarita pasate por mi blog tienes un pequeño Premio a tu blog :) Muchos besos!

Alejanndrez dijo...

Pásate por mi blog, que tienes un premio bonita (:

Unbesito!

Alex dijo...

KUKU""""
siento haber tardado en cnt!! humm
yo tb tesigo baby!!!:P

Anónimo dijo...

Que historia mas preciosa :)
Me ha encantado!

Anónimo dijo...

Me encanta la historia, es perfecta:)
Somos nuevas, por favor visitanos http://pitupitufas.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Me gustó mucho el texto :)♥