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16 octubre, 2010

Haz lo que quieras. Quiéreme hasta llegar a odiarme. Despiértame cada día a base de besos y caricias, susúrrame todos los días al oído lo guapa que estoy aunque ni siquiera sea cierto. Sorpréndeme cada día con cosas nuevas y llévame a cenar a un sitio distinto cada noche. Agárrame de la mano cuando vayamos andando por la calle. Ríete de mis celos cuando miras a otra chica que no sea yo, aunque sepa que es a mi a quien de verdad quieres. Bésame en medio de un paso de cebra porque, simplemente, te morías de ganas y no podías esperar más. Dedícame una sonrisa cuando estamos en medio de una pelea, porque sabes que de esa manera olvidaría todo lo que has hecho mal y me volvería a perder en tus besos sin importarme lo ocurrido. Discúlpate al final del día por haber estado tan tonto e insoportable y, entonces, llévame a ver las estrellas a aquel sitio que tanto me gusta, inventando nuevas constelaciones y, después, tápame con tu chaqueta porque hace frío a esas horas de la noche. Cántame aquella canción que tanto me gusta cuando me enfado contigo y hazme reír como sólo tú sabes hacer. Cómeme a besos cada vez que me pongo ñoña y abrázame cuando más lo necesito y menos lo merezco. Haz todo lo que quieras... pero, sobretodo, nunca te alejes de mi lado.

2 comentarios:

Chaos dijo...

Tienes un blog genial :)
Te sigo!

Sarita dijo...

muchas gracias:)